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La Universidad Distrital ITSA: ‘Una deuda con los jóvenes de Barranquilla’

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Andrés Rengifo Lemus
Concejal de Barranquilla
Instagram – Twitter: @andresrengifol 

Barranquilla es la cuarta ciudad en tamaño poblacional de Colombia y la ciudad referente del caribe colombiano, y tal vez, una de las que mayor crecimiento urbanístico muestra en los últimos años en el país. Escuelas, parques, escenarios deportivos, nuevas vías urbanas, canalización de arroyos, el Recinto Ferial y el malecón del Río, en su conjunto, acompañados de inversiones privadas como centros comerciales y edificios multifamiliares, consolidan la nueva imagen de una ciudad urbanísticamente desarrollada.

Sin embargo, ese desarrollo físico de la ciudad, no ha sido acompañado de un desarrollo social o de inversiones en el ser humano. Persisten aún importantes condiciones de pobreza y marginalidad en muchos barrios de la ciudad, especialmente en las localidades Metropolitana, Sur Oriente y Sur Occidente. En el documento “30 propuestas al Plan de Desarrollo Soy Barranquilla” presentado al Alcalde Distrital, solicitamos mayores inversiones en lo social, en proyectos específicos relacionados con el medio ambiente, movilidad sostenible, mejoramiento de vivienda, generación de ingresos para disminuir la informalidad laboral, cultura ciudadana y con especial énfasis, solicitamos fortalecer la educación como pilar fundamental del desarrollo. Hemos sido insistentes que Barranquilla necesita su propia Universidad Pública, la cual es una deuda pendiente de la ciudad con sus jóvenes.

Es importante señalar que las condiciones están dadas hace varios años. A continuación, hacemos un recuento de las acciones que han sucedido al respecto. En el año 2016, la Gobernación del Atlántico, mediante Ordenanza Departamental No. 00306, creó la Estampilla Pro- Desarrollo Científico y Tecnológico del Instituto Tecnológico de Soledad Atlántico, ITSA, autorizada por la Ley 662 de 2001.

Posteriormente mediante Ordenanza No. 000307 del mismo año, la Gobernación del Atlántico dispuso "Traspasar al Instituto Tecnológico de Soledad Atlántico ITSA Institución Universitaria, sin solución de continuidad, a la Estructura Descentralizada del Distrito Especial, Industrial y Portuario de Barranquilla".

En virtud a lo señalado en ambas Ordenanzas Departamentales, el Concejo Distrital de Barranquilla mediante Acuerdo No. 0012 de 2016, estableció la “Incorporación a la Estructura de la Administración Distrital de Barranquilla al Instituto Tecnológico de Soledad Atlántico - ITSA Institución Universitaria, el cual operará como Institución Universitaria del Distrito de Barranquilla”.

El uso de los recursos provenientes de la estampilla en mención, de acuerdo a lo establecido en la Ordenanza Departamental, es de destinación específica y debe estar dirigido al Plan de Inversiones del ITSA, siendo el Consejo Directivo de la Institución la autoridad competente para autorizar el empleo de estos recursos, a saber: la construcción de dos sedes universitarias una en Barranquilla y otra en el municipio de Soledad.

Se pensó que con estas decisiones administrativas la suerte de la Institución Universitaria ITSA y de miles de jóvenes de Barranquilla, que han esperado por años contar con su sede universitaria, cambiaría. Pero la realidad ha sido otra. Según el reciente debate realizado en el Concejo Distrital de Barranquilla al Rector del ITSA y a la Secretaría de Educación del Distrito, la situación actual no puede ser más decepcionante.

Si analizamos, en primera instancia, las cifras, existe una incosistencia seria entre los informes de la Alcaldía Distrital y el ITSA relacionada con los recursos recaudados y las transferencias realizadas a la Institución Universitaria desde el año 2016 al 2020. La diferencia entre ambos informes es por valor de $325.5 millones de pesos.

Adicionalmente, con otras fuentes de recursos, también se encuentran discrepancias en las cifras por valor de $505 millones en lo que respecta a la entrega de recursos al ITSA por parte de la Alcaldía Distrital, lo cual sumado a lo anterior muestra inconsistencias en las cifras por $830.5 millones que son necesarios conciliar de manera inmediata para despejar cualquier duda acerca del manejo de dichos recursos, que como ya hemos mencionado, son recursos públicos de destinación específica y sobre los cuales se requiere absuluta claridad en su manejo.

Pero las inconsistencias en las cifras no terminan allí. Según el Rector del ITSA, la Alcaldía Distrital le adeuda a la Institución Universitaria $13.152 millones, los cuales no son reconocidos por la Alcaldía. Es decir, nuevamente, los números no cuadran, así como no cuadra que en pleno 2020 Barranquilla, una de las ciudades con mayor inversión reciente en Colombia, siga sin tener su propia universidad pública, después de todas las herramientas entregadas al ITSA para liderar el proceso.

La situación de los números es crítica y delicada, pero con atención y con orden se puede superar. Se trata de un proceso de conciliación que esperamos se puede resolver. Lo verdaderamente delicado es que, a la fecha, transcurridos más de cuatro años de ser anunciadas por los gobiernos departamental y distrital la construcción de las dos sedes universitarias en Barranquilla y Soledad y de ser entregadas las facultades y las herramientas financieras a la Institución Universitaria ITSA para que estas sedes universitarias sean una realidad, en el caso de Barranquilla, ni siquiera ha sido posible definir el lote de la futura Universidad.

Sin lote, no hay diseños, tampoco presupuestos, y en consecuencia no hay universidad en Barranquilla. Es inconcebible que el ITSA con recursos en bancos por $11.200 millones -más rendimientos financieros- y una proyección de ingresos para este cuatrienio de $12.000 millones adicionales, no haya avanzado absolutamente en nada en lo que corresponde a la construcción de la nueva sede para una Universidad Distrital que beneficiaría a miles de jóvenes barranquilleros, que hoy por falta de oportunidades, unos se vinculan al mercado laboral ofreciendo su mano de obra en trabajos no calificados o se dedican a la actividad informal que en la ciudad asciende al 54.9% y otros, desafortunadamente terminan vinculándose a las pandillas y/o actividades ilícitas al margen de la ley.

Es importante recordar que cada semestre se inscribe en promedio entre 20 mil y 30 mil jóvenes para acceder a 3 mil cupos en la Universidad del Atlántico, universidad financiada con recursos propios, del departamento y la nación; esto quiere decir que miles de jóvenes que desean acceder a la educación universitaria quedan por fuera del sistema. De esta cantidad de jóvenes que tienen el anhelo de estudiar, el 70% procede de la ciudad de Barranquilla, razón por la cual, se vuelve más prioritaria la construcción y puesta en funcionamiento de la sede universitaria.

Nadie puede desconocer la importante labor académica que ha realizado el ITSA, sin embargo, para Barranquilla, debemos pensar en grande y quizás esta Entidad no tiene la experiencia ni el liderazgo para sacar adelante la construcción de la sede de la Universidad Distrital, por lo que sería deseable buscar alternativas de entidades con mayor experiencia e idoneidad para la gerencia de este importante proyecto. La nueva sede universitaria permitiría aumentar la cobertura de 3.398 estudiantes a nivel de pregrado a 8 mil estudiantes atendidos en una primera fase del proyecto. Recordemos que la Universidad del Atlántico atiende más de 24.000 estudiantes.

A pesar de lo crítico de la situación, aún estamos a tiempo. No es momento de señalar culpables, mucho menos de destruir, tampoco es tiempo de las excusas, es el momento de retomar el rumbo y el tiempo perdido. Si queremos que en este cuatrienio miles de jóvenes de Barranquilla  tengan la oportunidad de realizar estudios superiores y cambiar sus vidas, hay que empezar ya. Con una buena gerencia y una gran gestión, se puede hacer realidad este proyecto, el cuales será el punto de partida para promover una nueva ciudadanía con valores basada en la educación, que tanta falta hace en Barranquilla.
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