¿Qué diría hoy Clara Zetkin, protagonista en 1910 de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, al declarar el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y constatar hoy -120 años después- que continúa la lucha por la emancipación definitiva del ordenamiento patriarcal imperante y sus nuevas formas de discriminación sociocultural, explotación económica y subordinación política, a pesar de las transformaciones sociales lideradas por las mujeres a lo largo del Siglo XX y en lo corrido del XXI?
Las medidas tomadas por los Estados para enfrentar la pandemia del Sars-CoV2 entre el 2020 y 2021, han exacerbado las profundas desigualdades de género que viven las mujeres de todas las clases sociales, en especial aquellas en situación de pobreza, pobreza extrema y vulnerabilidad quienes pagan hoy el precio más alto por el servicio del cuidado y atención de las familias en los hogares, convertidos en sitios de trabajo, de atención en salud, de estudio y, lo peor, de violencia intrafamiliar. Lo afirman la CEPAL, la ONU, el DANE. Las cifras no mienten. Son alarmantes la pobreza, la violencia, la carencia de servicios sociales de apoyo, la pérdida de empleo femenino. Los trapos rojos, lo dicen todo.
¡Cuídate! ¡Quédate en Casa! implicó el retorno abrupto de las mujeres al espacio privado, donde el trabajo doméstico y de cuidado no remunerados se triplicaron, sumadas a las labores educativas con las criaturas y adolescentes confinados -50% sin acceso a internet- y las consabidas consecuencias de pérdida de empleo y de ingresos para las mujeres. El desempleo femenino en Colombia alcanzó el 22.7% en enero del 2021, un 9.3% más que el desempleo masculino que fue del 13.4%.
Los miles y miles de personas contagiadas fueron atendidas fundamentalmente en los hogares y por las mujeres. El 95% del trabajo doméstico y de cuidado no remunerados, -lo dice el DANE- es realizado por ellas. Un trabajo Invisible y por fuera del circuito del circuito económico dominante, pero indispensable para la sostenibilidad de la vida y el funcionamiento de la sociedad. En Colombia representa el 20% del PIB, porcentaje mayor que cualquier otro sector. Pero también la mayoría del trabajo de cuidado remunerado los realizan las mujeres -75%- en condiciones de desventaja y bajo el régimen de terciarización laboral con sus funestas consecuencias de bajos salarios, incumplimiento en los pagos e inestabilidad laboral.
La pandemia reveló la gran paradoja sanitaria, económica y política: mientras que el cuidado y la sostenibilidad de la vida están en manos de las mujeres, este trabajo ni se ve, ni se valora social y económicamente y carece de protección.
Es ni más ni menos la radiografía actual de la división sexual del trabajo, pilar patriarcal de los inicios de capitalismo en el Siglo XVI, al separar el trabajo productivo del trabajo reproductivo (reproducción de la especie, de la fuerza de trabajo) asignando este a las mujeres, bajo patrones de dominación masculina del funcionamiento de la sociedad al darle el “carácter de natural” a una actividad esencialmente humana. Una derrota histórica para las mujeres, tal como lo advierte la socióloga feminista Silvia Federicci.
“Estallido feminista”, “huelga feminista” enarbolan este 8 de marzo, miles de mujeres a lo largo y ancho del mundo, en especial las jóvenes, y enmarcan esta conmemoración centenaria, que busca justicia de género para las mujeres, respeto por la vida, la integridad y la dignidad de todas, incluidas las lideresas sociales y defensoras de derechos humanos. Desestructurar las relaciones patriarcales dominantes del mundo de lo femenino en todos los ámbitos de la vida, y subvertir el actual ordenamiento desigual de género sostenido en la división sexual del trabajo, son abrojos de la emancipación femenina todavía por eliminar de raíz.
Y la mejor manera de enfrentar decididamente esta realidad y acelerar las transformaciones, en especial en la etapa de recuperación post pandemia es con la presencia colectiva y el liderazgo político de las mujeres en los escenarios de toma de decisiones del país: el ámbito político y el gubernamental
Y la mejor manera de enfrentar decididamente esta realidad y acelerar las transformaciones, en especial en la etapa de recuperación post pandemia es con la presencia colectiva y el liderazgo político de las mujeres en los escenarios de toma de decisiones del país: el ámbito político y el gubernamental
Comisión de Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres
Partido Alianza Verde
Colombia 8 de marzo de 2021.
Escucha la canción sin miedo - versión Colombia