En Audiencia Pública “Impactos económicos de la reforma tributaria en el sector agropecuario”, convocada por iniciativa de nuestros congresistas Carolina Espitia, Juan Diego Muñoz y Wilmer Castellanos, escucharon a un significativo número de representantes de gremios y asociaciones de nuestro país, pertenecientes a varias actividades del Sector Agropecuario.
Los líderes y voceros sustentaron problemas estructurales y coyunturales que afectan al sector de marera grave, los cuales ponen en riesgo a corto plazo la soberanía alimentaria del país. Entre los principales problemas expuestos están: Ruinosa intermediación en la comercialización, precariedad de la conectividad con vías terciarias, baja tecnificación en las etapas de la producción, alto costo de insumos, IVA a insumos y herramientas agrícolas, barreras tecnológicas y procedimentales para legalización, formalización y bancarización de la mano de obra, extorsiones de parte de la ilegalidad, competencia desigual por cuenta de Tratados de Libre Comercio, altos costos financieros de los créditos, ruina por inundaciones en varios sectores, entre otros; por esto, afirmaron los expositores, es imposible generar rentabilidad para pequeños, medianos y grandes productores del sector.
En el escenario de la Audiencia Pública asistieron representantes de los Ministerios de Hacienda y Crédito Público, Agricultura y Desarrollo Rural y de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, quienes lideran a nombre del gobierno las discusiones internas de la Reforma Tributaria. Con ellos acordamos formalizar mesas de trabajo que nos permitan avanzar en acciones conjuntas para proteger y potencializar el sector agropecuario de manera integral en nuestro país.
Las conclusiones de la Audiencia Pública y de las mesas de trabajo, serán insumos del primer debate del Proyecto de Ley 118 de 2022 en plenaria del Congreso.
Estamos comprometidos con el sector agropecuario porque la paz nace en el campo, reconocemos su importancia como dinamizador de la economía, es constructor de la soberanía alimentaria, factor indiscutible para reconstruir el tejido productivo; válidas razones por las cuales debemos proteger a los campesinos en su economía y bienestar, potencializar la agroindustria para que este sector produzca rentabilidad, porque si al campo le va bien, al país le va bien.
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