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“Evitemos la deriva autoritaria del pacto del Ubérrimo”: Antonio Sanguino

El senador es precandidato presidencial por la Alianza Verde en la Coalición de la Esperanza. Habla de las controversias internas, de Petro, de la unidad sin vetos y de vencer al uribismo.

La Coalición de la Esperanza, en la que concluyen la Alianza Verde y otros políticos de sectores alternativos, ha sido una de las más avanzadas frente a la definición de reglas de juego y aspirantes a las elecciones presidenciales de 2022. Sin embargo, al mismo tiempo ha enfrentado el rechazo de algunos sectores por su negativa a una consulta interpartidista con Gustavo Petro. El Espectador habló con el senador Antonio Sanguino, uno de los precandidatos presidenciales de los verdes, sobre esta negativa, de los sectores contrarios a la izquierda y de los intentos del uribismo para quedarse en el poder, entre otros temas.
 
¿Qué está pasando en la Alianza Verde, por qué tantos choques entre sus integrantes?
 
En el partido hay controversias que son normales, porque no estamos hablando de cualquier tema, sino que debatimos nada más ni nada menos sobre la Presidencia. Hay opiniones y miradas distintas que son absolutamente respetables. Algunas de esas opiniones trascienden a las redes sociales y a los medios de comunicación, pero finalmente las decisiones son institucionales. Estamos empeñados en construir una coalición que se ha venido conociendo como la Coalición de la Esperanza y que quiere unir a sectores alternativos con los que tenemos identidades.
 
¿Entonces qué fue lo que pasó con los diálogos aprobados con Petro?
 
Algunos han dicho que deberíamos tener una sola coalición con el Pacto Histórico, pero por ahora estamos construyendo nuestra fuerza con los que tenemos muchas coincidencias. Lo que hicimos fue abrir un diálogo con todos los sectores alternativos para desescalar y bajarles a los niveles de hostilidad a las discusiones que tenemos con sectores como la Colombia Humana. De ellos hemos recibido ataques muy duros.
Ustedes iban a escoger al candidato del Verde por encuesta y ahora irán todos a consulta de marzo, ¿estuvo de acuerdo con ese cambio que alteró todo?
 
No cambió todo, solo prescindimos de una encuesta que era uno de los mecanismos planteados. Se mantiene la decisión de estar en la Coalición de la Esperanza, de la consulta popular de coalición en marzo de 2022 y de tener una propuesta programática desde el partido. Todos los elementos de esta coalición que hemos venido construyendo se mantienen. Ahora, si la última decisión ayuda a que ingrese Carlos Amaya, que prácticamente estaba por fuera si hubiéramos insistido en una encuesta en junio, pues lo más aconsejable es que nadie se sienta excluido y se garantice la presencia de todos los que puedan aportar. Además, siempre es más democrático una consulta popular y la concurrencia de los ciudadanos a las urnas que una encuesta. Digamos sin temor que todos nos debemos poner a prueba con la ciudadanía en la consulta de marzo.
 
 
Camilo Romero mostró su desacuerdo con la decisión y aseguró que se está favoreciendo la candidatura de Sergio Fajardo...
 
Es una afirmación desafortunada. No sé si se sentía ya ganador de la encuesta, cuando apenas íbamos a comenzar la competencia el 1° de marzo. No estamos empeñados en elegir a alguien en particular, los verdes queremos es una consulta que permita que la ciudadanía nos diga cuál es el candidato o candidata que mejor interpreta el proyecto de cambio para el país. Por encima de cualquier consideración personal, lo que importa es que Colombia pueda evitar una deriva autoritaria y tiránica que es encabezada por el pacto del Ubérrimo, proyecto que lidera el propio Álvaro Uribe.
 
Inti Asprilla dice que las decisiones no las están tomando las bases, sino que algunos, como Angélica Lozano, están presionando...
 
Está equivocado. Él no es el intérprete de las bases del partido. Tenemos muchas bases y es muy inapropiado decir lo que él está afirmando. Los que intervenimos en esta discusión representamos opiniones del partido y estas corresponden a liderazgos, militancias y votaciones que se expresan de distintas maneras. Aquí estamos en discusiones y controversias que deben ser asumidas sin señalamientos o aseveraciones inexactas. Esto hay que asumirlo con madurez democrática. Tenemos opiniones y se discuten. Luego, sobre la base de esa deliberación, el partido toma decisiones colectivas. Nadie es dueño del partido y cada uno tiene su opinión. En mi caso, represento un sector que tiene presencia en más de 20 departamentos, así como Angélica, Inti, Amaya, Romero y otros representan distintos sectores. Nadie es dueño de las bases o del partido.
 
¿Le está costando a la Alianza Verde haber recibido hace unos años a Progresistas, uno de los primeros movimientos de Petro?
 
No, para nada. Al contrario, el partido es producto de ese enriquecimiento por la llegada de distintos sectores que provienen del centro y de las tradiciones de la izquierda democrática. Ese encuentro es lo que hace virtuoso este proyecto político y es lo que permite que cumplamos un papel de articulación y de puente entre distintos sectores alternativos del país, algunos situados hacia la izquierda y otros hacia el centro político. Nos enriquecieron las llegadas de Mockus y Visionarios, de los que veníamos del Polo Democrático, los que estaban liderados por Claudia López, de personas como Juanita Goebertus y sectores ligados a Compromiso Ciudadano. Esa amalgama es la que nos hace ricos como proyecto político y nos permite tener la capacidad para ofrecernos como un proyecto capaz de unir a los colombianos. Si somos capaces de unir a todos los sectores alternativos, podemos unir al país alrededor de un proyecto de cambio democrático.
 
¿Qué les responde a los señalamientos en su contra por el apoyo a Juan Carlos Granados, el excontralor de Bogotá, investigado por el caso de Odebrecht, cuando era concejal?
 
No voy a responder a los ataques de mis compañeros, porque al final, en segunda vuelta, todos los que coincidimos en una agenda democrática vamos a estar unidos. En su momento, la mayoría de decisiones que tomé en el Concejo de Bogotá, como las que asumo y adopto en el Congreso, son de bancada. Así que esa fue una decisión de bancada que tuve que adoptar en cumplimiento de la Constitución y ley. Al fin y al cabo, nosotros somos un proyecto que respeta plenamente el Estado de Derecho.

 
En las bases hay un proyecto que se llama “Unidad sin vetos” y usted apareció con un meme que decía “Unidad con Betos”, donde estaba el personaje de Plaza Sésamo. ¿Fue una respuesta a ese sector?
 
Por el sectarismo que hay en ese sector que pide la unidad sin vetos. Me parece muy curioso, porque varios de los miembros que lo promueven son bastante radicales y agresivos contra Sergio Fajardo, cuando es un liderazgo que cuenta en un proyecto alternativo para Colombia. A veces se ofenden con mensajes como el que quise transmitir. Incluso hacen interpretaciones bastante ciegas y fundamentalistas de un mensaje que simplemente era una expresión graciosa para decir que el único veto que nosotros tenemos en nuestro esfuerzo unitario es el Beto de Plaza Sésamo. Ellos creyeron que los estaba ridiculizando. No era mi idea, ni mi intención.
 
Usted ha sido cercano a Gustavo Petro en el Congreso, ¿por qué ir sin él en primera vuelta? ¿No se está haciendo lo mismo que en 2018 dejó al uribismo como ganador?
 
He sido cercano a todos los sectores alternativos en el Congreso. De las cosas que tenemos que hacer en el país es despersonalizar la política, sobre todo desde la orilla alternativa. No podemos sustituir el mesianismo de la derecha con un mesianismo alternativo. Ahora bien, no creo que se esté repitiendo 2018, porque esa vez lo enfrentamos con una dispersión mayor a lo que hoy tenemos para intentar derrotar la propuesta del uribismo en cabeza de Iván Duque.
 
Está bien recordar lo que pasó realmente en 2018 para no caer en el error de decir que, si no nos unimos todos en primera vuelta, estamos repitiendo lo ocurrido ese año. Hay otras maneras de que no vuelva ocurrir y eso pasa por las dos coaliciones que ofrecen cambios en Colombia. Porque la discusión en 2022 será entre el continuismo y el cambio. Y este último tiene dos propuestas, muy distinto a lo que ocurrió en 2018. Lo importante es que los ciudadanos elijan la propuesta que más le conviene al país. En segunda vuelta tenemos que estar todos juntos y creemos que nosotros seremos los que pasemos a esa instancia. Pero si no lo somos, nos uniremos alrededor de una propuesta programática de gobierno de coalición y democrático.
 
¿Cómo está el panorama de usted en la consulta? ¿Hay posibilidad de que no llegue a marzo y decida apoyar a alguno de los que ya están?
 
Uno, cuando comienza una competencia no arranca pensando que no va a llegar al final. Aspiro a contribuir en este proceso y estamos decididos a llegar a las instancias en las que podamos incidir en una propuesta de cambio para el país. El cambio es posible y vamos a colaborar con este.
 
Dice que no puede ir con la mentalidad de pensar en la derrota, pero, si no fuera usted, ¿quién debería asumir las banderas de la Coalición de la Esperanza?
 
Quiero más bien trasladar esa pregunta a los ciudadanos que van a la consulta de marzo de 2022. Si me preguntan quién debería representar la Coalición de la Esperanza, pues diré que Antonio Sanguino. Y si no soy yo, le estaré haciendo campaña como si fuera yo mismo al que escoja la ciudadanía, al igual que el que pase a segunda vuelta con los alternativos. Me jugaré el pellejo para que este último sea el presidente de Colombia. Me pondré la camiseta y le cargaré la maleta al que gane en esa coalición y al alternativo que pase a segunda vuelta, ojalá que sea de nuestra alianza.
 
¿Qué aportaría de diferente frente a los otros candidatos de la coalición?
 
Tengo unas banderas y unas apuestas de país que son supremamente pertinentes para la sociedad colombiana de hoy. Hay que superar la violencia con una propuesta de paz y seguridad. La seguridad de los colombianos no debe derivar de una estrategia de guerra sino de paz. Aquí hay un compromiso inequívoco con la paz. También pienso que la reactivación económica y la reformulación social del país debe pasar por la clave de la economía verde y transición digital.
 
Hay que reformular la política social en la perspectiva de renta básica, gratuidad de la educación y acceso gratuito al internet para los sectores más pobres. En tercer lugar, tengo un compromiso en la lucha contra el cambio climático. El país y el mundo no podrán pensarse alrededor de un plan integral comprometido con la vida y la humanidad para enfrentar el cambio climático. También deben plantearse transformaciones políticas que permitan encarar el fenómeno de la corrupción, que es hija de la corrupción política y electoral. Todo esto solo se puede hacer en democracia, no con amenazas dictatoriales.
 
¿Todo esto quiere decir que no vuelve al Senado en 2022?
 
Si hay el respaldo que ahora estoy recibiendo en todo el ancho del país, pues vamos a estar en la competencia por ser el candidato de la Alianza Verde. En esa circunstancia no podría ser senador.
 
Varios miembros de la Coalición no van a volver al Congreso, ¿no les puede eso pasar factura de cara a tener listas fuertes a Senado y Cámara de Representantes?
 
Vamos trabajar para tener unas listas muy fuertes. Necesitamos no solo ganar la Presidencia, sino garantizar unas mayorías parlamentarias comprometidas con una agenda de cambio del que sería nuestro gobierno. Seguramente están surgiendo candidaturas a lo largo y ancho del país, y los colombianos pueden tener la seguridad de que vamos a tener una coalición lo suficientemente poderosa y unas listas al Congreso robustas para tener un gobierno y unas mayorías que lo acompañen.
 
¿Cómo ve los otros espectros políticos frente a las presidenciales de 2022?
 
Creo que en segunda vuelta habrá un candidato de la derecha -el continuismo- y un candidato alternativo. Ellos no tienen una candidatura lo suficientemente fuerte, pero recordemos que han tenido capacidad de reinventarse. El uribismo ha sido una fuerza electoral, en los últimos 20 años, con capacidad de infundir miedo y a partir de este generar resultados electorales. Ahora, el propio Uribe, desde el Ubérrimo, está tejiendo una gran coalición de derecha y de la política tradicional en Colombia. Están reuniendo a todos los clanes políticos familiares. Germán Vargas Lleras dijo que en Colombia gobernaba el partido de los contratistas y yo lo corrijo: en Colombia gobierna el partido de los clanes políticos, que están en buena parte de las gobernaciones y las alcaldías, y las mayorías en el Congreso. Eso es lo que está reuniendo Uribe.

Fuente: El Espectador
https://www.elespectador.com/noticias/politica/evitemos-la-deriva-autoritaria-del-pacto-del-uberrimo-antonio-sanguino/
 
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