(Cali, 29 de octubre de 2024 – COP16)
La Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad, COP16, que se realiza en la ciudad de Cali, Colombia, es el escenario propicio para evaluar, hacer seguimiento y decidir sobre el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que busca detener y revertir el declive de la biodiversidad. Debemos impulsar la creación de escenarios para la toma de decisiones de orden económico, político, social, ético, ecológico y civilizatorio.
Priorizar la restauración y conservación de los bosques del mundo, como los de la Amazonía, Bosque Atlántico, Chocó Biogeográfico, Indonesia y África; además, de las áreas marinas, páramos, ríos, ciénagas y humedales, la equidad en la investigación y utilidades en la biogenética y el cuidado del agua, requieren de acuerdos internacionales, cooperación transfronteriza y protagonismo de las comunidades locales y ancestrales con una perspectiva de relevo generacional.
Sin embargo, la demanda de recursos económicos para alcanzar niveles significativos de restauración global, el impulso a proyectos económicos sostenibles, requieren de financiación pública y privada internacional como una tarea que nos compete a todas las naciones, entre las que se debe considerar un modelo de reinversión de la deuda pública externa, para asignar estos recursos a la financiación de planes, programas y proyectos e iniciativas de conservación, restauración y aprovechamiento de los ecosistemas del planeta y, realizar las modificaciones del marco normativo legal. Los subsidios otorgados para actividades productivas que destruyen la naturaleza, deben ser reasignados hacia la mitigación del cambio climático y la restauración de ecosistemas degradados.
Los Partidos Verdes reunidos en Cali lanzamos un SOS por la Amazonía y nos unimos por su defensa. Para ello, hemos conformado una comisión que se encargará de adelantar tareas que contribuyan a preservar esta región, muy cerca de su punto de inflexión.
Los Partidos Verdes del Mundo reiteramos nuestro compromiso con la justicia ambiental y social, como una condición fundamental para el logro de la paz con la naturaleza. Nos comprometemos a impulsar y vigilar el cumplimiento de los resultados de la COP16, así como el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- y la necesaria coherencia entre justicia ambiental, económica, social y climática.
En América Latina y el Caribe hacemos un llamado a las naciones que han ratificado el Acuerdo de Escazú, para que implementen su contenido, desarrollando los instrumentos legales e institucionales que garanticen los derechos y se proteja la vida de los líderes y lideresas sociales y ambientales en defensa de los territorios, los bienes comunes, el fortalecimiento de la democracia y el bienestar de las personas. Y, para que se alcancen los más altos estándares en el acceso a la información necesaria para la toma de decisiones y definición de políticas públicas en el ámbito socio-ambiental. Igualmente, los Partidos Verdes de América Latina y el Caribe instamos a que todos los gobiernos de la región firmen y ratifiquen el Acuerdo de Escazú. Los Verdes del mundo enfrentaremos los desafíos de la crisis climática, fortaleciendo, consolidando y profundizando la democracia en los escenarios globales, regionales y locales.
Se debe modificar la actual política de drogas, que afecta la paz de los países andinos, la salud pública, la legitimidad institucional, el bienestar de las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes, que contribuyen al deterioro de los ecosistemas estratégicos y a la pérdida de la biodiversidad.
Reiteramos que la activa movilización ciudadana, colectiva e individual, debe conducir a la transformación ambiental, económica, social y cultural, comprometiendo a los gobiernos nacionales, regionales y locales, donde los partidos y legisladores Verdes ejerzan el control político y la definición de las política públicas. Nuestro reto y fin último es movilizar y promover los acuerdos indispensables para el cuidado de la Vida en el Planeta Tierra, nuestra Casa Común, como requisito para la sobrevivencia y el bienestar humano.
El mundo del siglo XXI requiere de una nueva ética del cuidado: ¡La Ética de la Vida!