Esta iniciativa fue desarrollada en colaboración con diversos sectores educativos y originalmente acompañada por el entonces Representante a la Cámara, Wilmer Leal.
En la Secretaría de la Cámara de Representantes del Congreso de la República, se dieron cita docentes de escuelas, colegios y universidades, estudiantes y pedagogos de diferentes áreas del conocimiento para radicar, junto a la Senadora Carolina Espitia, el proyecto de ley "Por la cual se reglamentan las bibliotecas escolares, se garantiza su funcionamiento, operación y sostenibilidad en todos los establecimientos educativos del país y se dictan otras disposiciones" con el objetivo de fortalecer el acceso al conocimiento de todos los actores de la comunidad educativa, tanto en zonas urbanas como rurales.
Es pertinente aclarar que las Bibliotecas Escolares no reemplazan a las bibliotecas públicas, municipales o departamentales. Su diferencia radica en que ofrecen una amplia gama de material de consulta ideado especialmente para convertirse en el aliado ideal de alumnos, docentes, rectores y, en general, de la comunidad educativa en un espacio físico al alcance de los estudiantes. En el caso particular de las zonas rurales.
"El Proyecto de Ley se construyó entre docentes, estudiantes, la academia y la comunidad, y establece a la Biblioteca Escolar como un componente pedagógico. Reglamenta su funcionamiento y sostenibilidad en todos los establecimientos educativos que ofrecen el servicio público de educación formal, con el fin de mejorar la calidad de la educación y que los alumnos, docentes, madres y padres de familia tengan al alcance el acceso al conocimiento, herramientas para mejorar las clases, fomentar el amor por la lectura y un espacio para actividades lúdico-recreativas", explicó la Senadora Carolina Espitia.
Igualmente, la iniciativa radicada es una respuesta a una carencia y necesidad evidente expuesta por docentes de colegios y escuelas. "El 16% de las instituciones educativas urbanas no tiene colecciones de libros, situación que es más problemática en el ámbito rural, donde la cifra asciende al 57%, según información consultada en el Ministerio de Educación Nacional", agregó la senadora.
Asimismo, el Proyecto de Ley contempla que "para garantizar la operación y sostenibilidad de las bibliotecas escolares, en primer lugar, dispone la integración de las Bibliotecas Escolares en los planes de desarrollo y proyectos educativos institucionales, y la obligación de coordinación entre las entidades del orden nacional y territorial para dotar a las bibliotecas escolares de forma progresiva y máximo en el término de 5 años. En segundo lugar, identifica los recursos y condiciones mínimas de las bibliotecas escolares que van más allá de la infraestructura inmobiliaria, por ejemplo, prácticas pedagógicas, ambientes y entornos digitales, equipamiento tecnológico, acervos bibliográficos y materiales de lectura, y personal con formación pedagógica".
Los docentes y estudiantes respaldan esta iniciativa, porque se convierte en una herramienta que les permitirá potenciar sus clases, complementar el currículo académico, crear espacios para compartir saberes, fomentar el hábito de la lectura, el estudio autónomo y promover actividades culturales o recreativas que fortalezcan las habilidades sociales de los alumnos y alumnas.
"Para mí, principalmente, la biblioteca escolar será un foco de desarrollo personal, porque a pocas cuadras de mi casa quedará un lugar para hacer consultas y adelantar trabajo, con la guía de un docente o un profesional que siempre estará en la biblioteca y ofrecerá una guía para acceder a la información necesaria", expresó Angie Xiomara Boyacá, alumna de la Institución Educativa Camilo Torres del municipio de Toca.
"La biblioteca escolar será una herramienta poderosa para dinamizar las clases. Se podrían crear clubes de lectura, incluso para los más pequeños, que aún no conocen el código de lectura, pero viendo dibujos especializados para ellos, ojeando los dibujos y sus formas, se familiarizarán más rápido y entenderán que ese espacio es para aprender y divertirse", comentó la docente María Catalina Guzmán de la Institución Educativa San Antonio de Ráquira.
